viernes, 3 de mayo de 2013

EL PRIMITIVO CAMINO DE SANTIAGO

 Oviedo fue la primera ciudad europea desde la que partió el Camino Jacobeo. hacer este recorrido sin para en esta ciudad es perder buena parte de sus sentido e historia. Como surge en el siglo IX y se potencia en el siglo XII con las nuevas reliquias.

  La Historia de un hallazgo A mediados de la novena centuria llegan noticias a la corte de Oviedo de extraños sucesos y luces en un lugar cercano a Iria Flavia, allá en tierras gallegas. El obispo Teodomiro relata como todas las noche sobre un viejo cementerio se posaba una prodigiosa luz. Aquella que les marcó según la leyenda la tumba del apostol Santiago. Alfonso II peregrina de inmediato y otorga donaciones para que se construya una basílica en honor del apostol. Iglesia que será renovada por uno de sus sucesores a finales del siglo IX, Alfonso III. Este hará cuantiosas donaciones para las mejoras de la iglesia y mausoleo. Se puede afirmar que ambos monarcas astures definieron, seguramente por cuestiones políticas y económicas, y consolidaron el primer camino jacobeo de Oviedo a Santiago (Camino Primitivo), el cual perduró durante todo el siglo XI y fue impulsado unido con Francia en el siglo XII con la apertura del Arca Santa en Oviedo y sus reliquias. Durante el siglo X, la capital del Reino Asturiano se traslada a León. este hecho junto con las conquistas territoriales de los cristianos más allá del Duero, forzaron la apertura de nuevas rutas hacia Santiago. Surgirá el Camino Francés por la meseta, especialmente impulsado por la llegada de los monjes benedictinos de Cluny. El camino norte no se abandonó, tomo nueva relevancia impulsado por el comercio atlántico. La llegada de peregrinos por los puertos cantábricos le dió más impulso y Oviedo se reforzó como polo de atracción con sus reliquias custodiadas en la Cámara Santa, entre ellas el Santo Sudario. Paño que se creía había cubierto el rostro de Jesus en su tumba.

  Las reliquias y su leyenda La leyenda cuenta que las reliquias llegaron dentro de un arca hasta la sede regia de Toledo. Venían de Tierra Santa desde Alejandría y fueron traidas por el presbitero Filipo en el año 614, La presión y caída del norte de Africa por los árabes hizo que el arca arribase en España haciéndose cargo de ella San Fulgencio de Écija y más tarde San leandro de Sevilla. Su discípulo San Ildefonso las traslada a Toledo -capital del reino Hispano-Visigodo-. La caída de éste -por los árabes- de esta sede regia obliga a trasladar el arca y esconderla en las montañas astures -se dice que en un pequeño eremitorio próximo a Oviedo conocido como Monsacro- hasta que Alfonso II las protege en Oviedo. Se mantuvieron custodiadas en la capilla palatina hasta que fue abierta en presencia de Alfonso VI el 17 de marzo de 1075, en presencia de cortesanos y seis obispos. Las crónicas recogen este grana acontecimiento, hace mención el Liber Testamentorum del obispo Pelayo de Oviedo. Las importantes reliquias entre las que se encontraba un lienzo atribuido al Santo Sudario de Jesús, fueron motivo para que Oviedo se convirtiera en un centro de peregrinación conectado con el Camino de Santiago. Así surgió el lema de “quien va a Santiago y no al Salvador, visita al lacayo y no al señor”


Guía de la Cámara Santa y sus reliquias